Sonantes
(Texto curatorial)
Modelar arcilla es un gesto arcaico, que simbólicamente evoca sueños inmemoriales. El modelado es una acción dirigida a la materia y requiere conciencia del gesto, pedir acumulaciones, repeticiones, un acuerdo entre arcilla y cuerpo. A través de su investigación, Ayla Tavares propone en su poética otras posibilidades de experiencia sensorial, cuestionando la lógica del archivo y su catalogación.
Volviendo al grado cero del objeto para pensar sobre los usos del cuerpo, sus gestos y sus significados, Ayla Tavares se interesó en los objetos arqueológicos encontrados en diferentes fuentes (archivo virtual de museos e in loco). A partir de la consonancia de las formas encontradas en la investigación de objetos de cerámica, las piezas de archivo generan una constelación de objetos "extrañamente familiares", que buscan tensar nuevas relaciones y gestos, además de su catalogación científico-museológica.
La serie Sonantes (2018-2019) propone una escucha que prescinde del tacto y el espacio en el que se inserta. A través de la escucha y el compromiso corporal, es posible aprehender y compartir una temporalidad expandida, moldeada en arcilla y venerada en la proposición que invoca la durabilidad de la cerámica, la materialidad considerada "eterna" por los arqueólogos. El objeto cerámico no permite que se queme de forma compacta, para su creación es esencial que su moldura siempre se realice alrededor de un vacío (sin este hueco la pieza explotaría en el horno). El hueco, el vacío, el yate es esencial para que exista la forma. En sus piezas, el hueco se convierte en el lugar de paso y flujo, escuchando el aquí y el ahora: estas formas filtran el ruido externo, que varía en cada objeto.
La reasignación de la jerarquía de los sentidos propuesta por Ayla, continúa en los dibujos presentes en la exposición. Al mismo tiempo que el artista propone una escucha horizontal de la arcilla, los dibujos juegan un papel especulativo, lo que subvierte la lógica del dibujo científico. Funciona como ejercicios de fabulación alrededor del espacio interior, alertando al límite de los bordes del cientificismo. La exposición Sonantes es el resultado de ejercicios de arqueología sensorial, temas tensos como archivos, trabajo, escucha y tiempo. Sus dibujos se ejecutan después de moldear y quemar las piezas, aunque pueden parecer proyectos, apuntan a una pregunta sobre la infalibilidad de la visión, una trampa para el ojo, que actúa como una sombra anticartesiana que puede revelar el hueco y el objeto / materia, como una red de nexos, proponiendo epistemes desviados.