Límite oblicuo (texto curatorial)
Oceanografía utiliza el término resaca para clasificar el evento violento que ocurre físicamente cerca de la costa luego de fenómenos meteorológicos extremos, cuando chocan flujos antagónicos, transportando sedimentos dirigidos a la tierra cercana al lecho. Son flujos de retorno resultantes del movimiento anormal de las olas del mar en la zona de surf, generando una corriente subterránea que afecta a las olas en todas partes cercanas a los límites entre el océano y el continente.
En la serie Limite Oblíquo (2020), el artista Vicente de Mello muestra sobre la mesa de luz su colección de sedimentos orgánicos de resacas, recogidos a lo largo de los años, en la playa de Itacoatiara, en Niterói. Tales composiciones se transmutan en imágenes que tienen su génesis ligada a los choques de fuerzas sobre el mar. La geometría de la mesa de luz es la fuente de luz homogénea, con una superficie lechosa donde la disposición de las ruinas de la resaca disipa la luminosidad en direcciones oblicuas, evitando que la luz llegue al lente de la cámara digital, reconfigurando así los contrastes de la obstrucción de la luminosidad.
La obra de Vicente comienza a dar vida a los desechos del mar, a los que se nombra, adquiriendo contornos vívidos y evocando paseos en un horizonte que incluye a personajes distintos, históricos y familiares, como Dorival, Virginia, Balthrop, Mendieta, Sambaqui Elisa; narrativas de la antigüedad clásica, Minotauro, Homero, Eco, Arqueo; referencias geográficas, Mangue, Guanabara, España, Cipó, así como alusiones a la protohistoria, Meteoro, Chumbo y 4,9 millones.
Imágenes de formas dramatizadas que, pensadas junto a las ideas del antropólogo Arturo Escobar, muestran el surgimiento de la necesidad de ampliar los campos epistemológicos, distanciándose de las categorizaciones científicas derivadas de la sistematización del conocimiento emprendida a lo largo de la historia moderna. En Limite Oblíquo, la expansión de las formas de entender el mundo se ve desde una perspectiva antihegemónica, crítica para los fundamentos científicos canónicos. Su necesidad de fabulación concibe una epopeya visual, donde las formas de narrar crean un caleidoscopio entre lo real y lo mitológico. La luz y la oscuridad continúan siguiendo los flujos que se reordenan con cada nuevo episodio creado, donde la singularidad y la dilución en el horizonte de los hechos se presentan como escenas de un teatro de sombras.
